Es muy refrescante ver en el cine peruano caras nuevas en los papeles protagónicos. Quizá sea porque para muchos, el círculo de actores que rondan siempre los medios nacionales, no da garantía de seriedad a un film.
La audiencia del cine peruanao acostumbrada a temas violentos, lenguaje censurable, al calateo y a las mismas caras; descubrirá en Contracorriente una película de amor-desamor, diálogos bien trabajados manteniendo un lenguaje coloquial pero no vulgar y escenas de sexo manejadas artísticamente, jugando con claro oscuros. Aunque lamentablemente lo último sólo ocurre en el plano homosexual, dejando para el encuentro entre Mariela y Miguel una mirada tosca que casi sale de la linea del film.
Contracorriente es una película de amor homosexual que flota en lo fantasioso, utópico y aveces disparatado forzando el desenlace y sobretodo el final en que todo el pueblo, abiertamente homofóbico, sale a ayudar y apoyar a Miguel en el entierro de su amante Santiago.
El director Javier Fuente-León busca con ésta, su Opera Prima, sensibilizar al público con un guión arriesgado para una sociedad peruana aún machista y no pudo elegir mejor escenario.
En esta historia de autodescubrimiento y aceptación personal, es seguro que el mar agrega un plus de romanticismo siendo incluso el sonido del mar quien suple casi por completo a la musicalización, con un resultado aún más enigmático.
Contracorriente es una muestra de nominaciones BIEN ganadas y premios como el del festival de Sundance, el de Art filmFest, el del Festival Frameline, entre muchos otros más, la respaldan. No se queden sin verla.
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